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Felipe Bermejo Araujo

El Grito: Musica y Patriotismo en México

Hay una canción antigua en la Colección Frontera que captura el fervor patriótico alrededor de la celebración anual del Día de Independencia mexicano, que cae el 16 de septiembre. El primer verso, sin embargo, incluye una línea con que muchos mexicanos hoy en día no estarían de acuerdo, dada la corriente actual de malestar social.
 
La canción está titulada, “Grito de la Independencia,” que se refiere al grito histórico para la independencia que provocó la guerra contra España en 1810. Hasta hoy, la celebración mexicana, en la víspera del mero Día de Independencia, incluye una recreación ritual del momento en que el Padre Miguel Hidalgo tocó las campanas de la iglesia en el pueblo de Dolores, llamando a sus compatriotas a luchar contra el régimen colonial. Esta canción, por el Cuarteto Metropolitano de Felipe Bermejo en el sello discográfico histórico Peerless, resuena el refrán tradicional, rindiendo homenaje a los héroes de la batalla, y termina con “¡Viva México!”
 
Ya llegó el mes de septiembre.
¡Viva nuestra libertad!
Vamos al grito el día 15
Al palacio nacional.
 
A las 11 de la noche,
La campana original
Cantará como en Dolores
Con su voz tradicional
 
¡Vivan Hidalgo y Morelos!
¡Viva nuestra libertad!
¡Que viva México libre!
¡Viva el presidente actual!
 
 
La última línea, obviamente, fue escrita para la perpetuidad. El compositor, Felipe Bermejo Araujo, tal vez esperaba que futuras generaciones simplemente llenarían los espacios en blanco cuando cantaban, “¡Viva el presidente actual!” Ahí es donde algunos mexicanos de hoy podrían tal vez ofenderse, como se vio hace unas semanas cuando algunos manifestantes llamaron al boicot de la celebración del Día de Independencia en el DF, que sería conducido por el mandatario actual, el Presidente Enrique Peña Nieto.
 
Bermejo (1910-1989) escribía en una época completamente distinta, una en la cual se experimentaba un aumento de nacionalismo después de la Revolución Mexicana de 1910. No hay ninguna fecha indicada en el sello de la grabación 78-rpm de su “Grito.” Pero su biografía sugiere que probablemente fue escrito en los años ’30, cuando el popular Presidente Lázaro Cárdenas consolidó las ganancias de la Revolución y literalmente encendió la patria nacional por expropiar la industria de petróleo del país. El patriotismo mexicano llegó a la cima durante este periodo, mientras que se calmaba la violencia política, y el país podía celebrar el éxito de una nueva sociedad.
 
El mismo Bermejo fue hijo de la Revolución. Él había quedado huérfano desde muy pequeño y ayudaba a mantener a sus seis hermanos con su trabajo como chofer para el controvertido líder revolucionario Venustiano Carranza, de quien se burla satíricamente en algunas versiones de la canción folclórica “La Cucaracha.” Bermejo empezó por estudiar contabilidad, pero se cambió a las artes, en lo cual demostró un talento versátil: escribía poesía, tocaba la guitarra y hasta cantaba ópera en el escenario internacional, tanto en Cuba como en los Estados Unidos. Como compositor y artista de música popular, tuvo su mayor éxito en los años ’30 con sus propios grupos, primero el Trio Acapulco, seguido por el Cuarteto Metropolitano. Continuaría a escribir música para películas mexicanas populares, la más famosa siendo la de El charro Negro (1940). Y sus canciones serían grabadas por los nombres más grandes del mundo de música, incluyendo a Pedro Infante, Lucha Reyes y Los Alegres de Terán. Más recientemente, su canción festiva “La Charreada” fue grabada por Linda Ronstadt en su álbum popular, Canciones de Mi Padre
 
Bermejo aparece como único compositor de 124 grabaciones en la Colección Frontera, inclusas algunas canciones grabadas por varios artistas. Además, escribió muchas otras canciones con otros autores, incluyendo algunas de sus más populares, como “El Corrido De Chihuahua,” con Pedro de Lille, y “Juan Colorado,” con Alfonso Esparza Oteo. Su popularidad le ganó un lugar en la lista de los 17 mejores compositores del país, inmortalizados en bustos en la Plaza de los Compositores en la Ciudad de México. 
 
Las canciones de Bermejo están llenas de la bravuconería y ánima inspiradora de la música ranchera, exaltando las virtudes de la vida rural y celebrando el folclor mexicano en su exuberancia colorida.  Su estilo cabe perfectamente con la actitud patriótica que ilumina todo el país, junto con los fuegos artificiales, el 16 de septiembre.
 
Este año en México, sin embargo, la celebración fue decididamente moderada. El país ha sido asediado por una serie de males crónicos que han hecho mucho para deprimir el entusiasmo nacionalista, desde la horrorosa narco-violencia hasta la corrupción endémica y eventos inquietantes, como la desaparición de 43 estudiantes del estado de Guerrero; se teme que todos se hayan muerto, resultado de la sospechada violencia política.
 
La amargura es tan fuerte que el presidente Peña Nieto canceló el banquete que suele celebrarse en el Palacio Nacional antes de la ceremonia oficial del “grito,” que marcaba el 205º aniversario de la independencia del país. La cancelación se vio como un acto de austeridad que reflejaba el creciente sentimiento de que este año, México no tiene nada que celebrar. Algunos críticos, quienes culpan a Peña Nieto por los problemas, llamaban al boicot del “grito” tradicional dirigido por el presidente, que normalmente se lleva a cabo ante las ovaciones de ciudadanos reunidos en el Zócalo, la plaza masiva fuera del palacio del presidente. 
 
A pesar de todo, la plaza estaba llena de gente, y la celebración se llevó a cabo sin demora a las 11 p.m. el 15 de septiembre, en la víspera del Día de Independencia. Este video noticiario da una perspectiva íntima del evento, mostrando al guapo presidente y a su glamorosa primera dama, una ex actriz, entre los bastidores. Se ven caminando por un pasillo dentro del palacio hacia un gran salón, donde el presidente se encuentra con un guardia militar para una breve ceremonia. El soldado marcha hacia él y le entrega la bandera que va a agitar para las multitudes que esperan abajo, que se pueden ver en el fondo por una ventana que muestra el balcón ceremonial.
     
La ceremonia continúa sin problemas, salvo unos manifestantes en la plaza, visibles en otros videos tomados por otros en la muchedumbre. Como se acostumbra, el entrenamiento musical precedió la ceremonia oficial. Este año, el artista principal fue la Arrolladora Banda el Limón de René Camacho, una de las bandas estridentes y ruidosas que  recientemente se han hecho populares. Aun así, el grupo tiene una larga historia, con raíces que originaron hace 40 años en su pueblo tocayo, El Limón, en el estado norteño de Sinaloa, la cuna de la música banda. Aunque el verdadero linaje de la banda es tenebroso, la Colección Frontera tiene una grabación de un 78-rpm interesante hecho por un posible precursor del grupo, Banda de Limón, Sinaloa. La grabación, también en Peerless, contiene la canción alegre de “Los Papaquis,” acompañado por “Mazatlán” al otro lado, un bolero melodioso escrito por Gabriel Ruiz. El estilo tradicional de banda de pueblo de esta grabación se contrasta con las bandas modernas de hoy, que son más ruidosas y agresivas.
     
Por su parte, La Arrolladora no minimizó su patriotismo este año, a pesar de las manifestaciones. Al mismo día de su desempeño en el Zócalo, el grupo estrenó su video, “Se Me Ve lo Mexicano,” una canción que celebra la identidad cultural sin pedir disculpas. El video, hábilmente producido, enseña escenas festivas de México con parejas bailando mientras la banda canta alabanzas al país, exactamente como antaño. Una medida del éxito del grupo se encuentra en su página de Facebook, que muestra más de 14 millones de “likes,” con 70,000 nuevos añadidos apenas la semana pasada. Como era de esperar, los nuevos “likes” aumentaron drásticamente el 15 de septiembre, justo cuando la banda salió al escenario para la celebración del “grito” en la capital.
 
Aun así, La Arrolladora no se escapó por completo de las críticas de los que no se sienten satisfechos con la autoridad y que se oponen furiosamente al gobierno actual. Comentando sobre un breve video de Facebook subido por la banda durante su realización patriótica, una fanática desilusionada expresó su desagrado con la banda por su participación en las festividades oficiales. Ella juró que nunca jamás compraría uno de sus álbumes—demostrando una vez más que México, la música y el nacionalismo son inextricablemente unidos, para bien o mal.
 
-Agustín Gurza

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