Eva Quintanar: A Living Musical Legacy
Los archivos de las bibliotecas pueden parecer viejos y polvosos, aun en el mundo digital de hoy. Suele tocarles a los historiadores y etnomusicólogos rebuscar entre los artefactos de un tiempo ido, como los muchos discos 78-rpm de la primera mitad del siglo pasado que se encuentran en la Colección Frontera. Los investigadores deben encontrar la manera de ayudarnos a entender esas grabaciones pre-modernas y el contexto social en el cual se hicieron.
Es raro que tengamos la oportunidad, mientras pasan las décadas, de escuchar directamente a los mismísimos artistas. Eso es lo que hace la historia de Eva Quintanar tan especial, porque todavía está aquí para darle vida a su propia música.
Quintanar es una compositora, pianista, arreglista y directora de orquesta que tuvo una carrera activa en Los Ángeles durante los años 1940 y 1950 (lea su Biografía de Artista aquí). Ahora con 100 años de edad, vive en un hogar de ancianos, donde todavía compone música y toca el piano. Es uno de los pocos músicos que siguen vivos de una época que tuvo una escena musical particularmente productiva en la comunidad México-americana de Los Ángeles. La obra existente de las grabaciones de Quintanar – casi cuatro docenas de discos en los cuales aparece como compositora o directora – es plenamente representada en la Colección Frontera en ediciones 78-rpm.
El hijo de la artista, John McGowan, con 70 años de edad, se ha esforzado para coleccionar las grabaciones de su madre y preservar su legado. A la Colección Frontera le ha proporcionado materiales que ayudan a documentar la carrera de su madre – viejas fotografías, recortes de periódico y revista, documentos de sellos discográficos e información biográfica de su familia. Aun ha hecho disponible un video reciente de su madre, en el cual canta su composición más reciente y se acompaña a sí misma en el piano.
La recién publicada biografía de artista de Quintanar está basada en esta información. Es acompañada por una entrevista detallada con McGowan, quien como niño seguía a su madre a los conciertos y estudios de grabación. Juntos, crean un retrato vívido de la vida y la época de la artista, y proveen una mirada única al vibrante ambiente musical en la comunidad México-americana emergente en Los Ángeles.