Skip to main content

Strachwitz Frontera Collection

La Adelita, Parte 2: De comodidad pop a heroína histórica
repstein | Wednesday, February 3, 2021 | 0 comments

Nota del editor: En esta parte de la historia sobre La Adelita, conocemos a algunas de las verdaderas soldaderas reconocidas como líderes revolucionarias, repasamos algunas de las representaciones sexistas en los medios de comunicación modernos, y cerramos con la restauración de esta mujer guerrera como símbolo universal de la liberación.

 

Coronelas y Generalas: Nombre, rango y cobertura periodística

 

            Era habitual que algunas soldaderas se unieran a la batalla de forma espontánea, tomando los fusiles de sus maridos caídos. Otras prepararon con antelación ser guerreras y se esforzaron por ser aceptadas como combatientes junto a los hombres.

              Algunas mujeres cambiaron sus nombres y disfrazaron su apariencia para pasar por hombres, bajando la voz, envolviendo fuertemente sus pechos y llevando ropa de hombre. Algunas llegaron a alcanzar el rango de coronelas, dirigiendo sus propias unidades y ganándose el respeto de las tropas y de los mandos.

            Las historias de estas revolucionarias serán poco conocidas por el público en general, pero están bien documentadas por los historiadores. Incluso se escribieron corridos sobre algunas de ellas, como señala María Herrera-Sobek en su libro The Mexican Corrido: A Feminist Analysis (El corrido mexicano: Un análisis feminista) (Indiana University Press, 1990).

           Una soldadera llamada Petra Herrera, que había cambiado su identidad a Pedro, es la única mujer mencionada con nombre y apellido en una composición revolucionaria, titulada “Corrido del combate del 15 de mayo en Torreón”. Se la cita por ser una valiente líder, la primera en entrar al combate por delante de sus hombres, sin aceptar la derrota incluso después de caer prisionera.

 

La valiente Petra Herrera

Al combate se lanzó,

Siendo siempre la primera

Ella el fuego comenzó.

 

               Herrera, conocida por su habilidad para volar puentes, es mencionada por su nombre en otros dos corridos sobre la misma batalla. En el “Corrido de la toma de Torreón”, es aclamada como líder de un asalto al Ayuntamiento a medianoche, precisamente en la víspera de la gran batalla.

 

El día 14 a medianoche

Entraron con gran violencia

Petra Herrera en adelante

A la mera presidencia.

 

             Su valentía se cita de nuevo en el “Corrido de las hazafías del General Lojero y la toma de Torreón por el Ejército Libertador”. Su valiente desafío a pesar de haber sido capturada es representado como el último grito de guerra que inspiró a sus tropas a seguir luchando, y a los federales a huir.

 

La valiente Petra Herrera

En el fragor del combate,

Aunque cayó prisionera

Ni se dobla, ni se abate.

 

              A pesar del liderazgo de Herrera en la victoria de esta batalla decisiva en 1911, Pancho Villa se negó a ascenderla a general, un rango que se negaba habitualmente a las mujeres en ambos bandos. Resentida, Herrera se separó y formó su propio ejército de solo mujeres, otorgándose a sí misma el rango que consideraba que se había ganado.

             Por desgracia, Herrera no tuvo un final heroico. Después de que su fuerza de combate se disolviera, sirvió como espía para el líder revolucionario Venustiano Carranza, trabajando como camarera en la Ciudad Jiménez, Chihuahua. Allí murió tras recibir tres disparos, no por agentes enemigos, sino por borrachos en una pelea de bar.

             Solo otros tres corridos que representan escenas de batalla mencionan a las soldaderas por su nombre, escribe Herrera-Sobek, profesora de Estudios Chicanos en la Universidad de Santa Bárbara desde hace mucho tiempo. Sin embargo, incluso en esas baladas (“De Agripina”, “Corrido de la toma de Papantla” y “El coyote”), las mujeres son identificadas solo por su nombre cristiano o apodo.

             La ausencia de los apellidos, naturalmente, contribuye al anonimato.

            Otros corridos solo mencionan a soldaderas genéricas. Por ejemplo, “La toma de Zacatecas” describe a las combatientes como guapas y con agallas (“eran todas muy bonitas, y de muchos pantalones”). Y el “Corrido de la muerte de Emiliano Zapata” menciona a una mujer espía sin nombre que intentó avisar a Zapata de su inminente emboscada y asesinato.

            Otra soldadera célebre destaca en la historia de la Revolución: Amelio Robles Ávila. Nacido como una hembra llamada Amelia, Robles asumió una identidad masculina tras unirse a las fuerzas de Zapata en el Sur. Apodado El Güero, se distinguió en la batalla como  el coronel Robles”, ganándose la admiración de Zapata. Después de la guerra, Robles siguió viviendo como un hombre, a diferencia de muchas soldaderas, que reanudaron su vida como mujeres. Más tarde, se casó con una mujer llamada Ángela Torres, y la pareja adoptó a un hijo. Robles recibió honores de tres presidentes mexicanos, y hoy se le considera la primera persona transgénero reconocida oficialmente en México.

             Los principales medios de comunicación de los Estados Unidos también se fijaron en la destreza y el liderazgo de las Adelitas más conocidas.

             El 18 de agosto de 1911, bajo un titular que refleja el descarado paternalismo de la época (“Mexican Rebels Have Girl Leader” [“Los rebeldes mexicanos tienen una niña líder”]), el Washington Herald reportó una batalla en Morelos liderada por una feroz soldadera maya, Margarita Neri, que comandaba un ejército de mujeres indígenas. Esta “niña líder”, quien había matado a su propio marido, era conocida por su crueldad a sangre fría, según Reséndez.

            Era tan temida que la mera noticia de su acercamiento hizo que el gobernador de Guerrero huyera en una caja de embalaje. Al final, Neri fue ejecutada.

             El 14 de marzo de 1915, el San Francisco Call informó de la visita de una comandante bajo el titular: “Mexico Joan of Arc Here to Buy Guns for Her Soldiers” (“Juana de Arco de México viene a comprar armas para sus soldados”). La coronela Ramona de Flores, “la única mujer oficial del ejército de Carranza, que a sus 30 años es una veterana de cuarenta y siete batallas”, llegó a San Francisco en el vapor Balboa, para comprar armas y suministros para su ejército de 2,000 hombres. El periódico informa de que Flores se había unido a la Revolución después de que su marido falleciera en la batalla. “Empeñada en vengarse, la viuda reunió a una veintena de indígenas yaquis empleados en su plantación y marchó hacia el territorio enemigo. Sus seguidores se multiplicaron, y en seis meses tenía más de 1,000 hombres”. El artículo termina con una cita de la propia Coronela, traducida a través de un intérprete: “Estoy luchando por la libertad ahora y mis 2,000 soldados no renunciarán hasta que la consigamos, y yo tampoco lo haré”.

               Otras mujeres revolucionarias tenían vínculos directos con California. Ángela “Ángel” Jiménez, de ascendencia indígena zapoteca, se unió a la lucha después de presenciar el intento de violación de su hermana, quien luego disparó a un soldado federal antes de suicidarse. La “teniente Ángel” resultó herida en la batalla y acabó emigrando a San José, donde se convirtió en partidaria del Movimiento Chicano. Y Manuela Oaxaca, quien se casó con un soldado revolucionario en un tren de tropas, se quedó embarazada y se trasladó a Los Ángeles para tener a su hijo, que creció para ser un actor famoso llamado Anthony Quinn.

              En varios sitios web se han recopilado reseñas biográficas de otras soldaderas que alcanzaron rango y renombre. Entre ellos: la revista mexicana México Desconocido; el diario El Universal de la Ciudad de México bajo el título “The brave women of the Mexican Revolution,” (“Las valientes mujeres de la Revolución Mexicana”), publicado el 19 de noviembre de 2019, en la víspera del 109 aniversario de la Revolución; y en el sitio web de la Library of Congress en una sección llamada “Individual Women During the Revolution” (“Mujeres individuales durante la Revolución”), parte de una exposición en línea sobre la Revolución Mexicana.

 

Feliz Corrido, Dura Realidad

 

            Saber la verdad sobre estas valientes soldaderas y el alcance de su sacrificio, hace que el famoso corrido adquiera un tono verdaderamente trivial. “La Adelita” no es un homenaje que destaque sus aportaciones; es una cancioncilla pop que las borra, enmascarando la realidad con una melodía pegadiza, un paso saltarín y unas rimas finales sencillas.

            El entrañable corrido despierta fácilmente sentimientos de orgullo y patriotismo, siempre que uno no se detenga a analizar la letra. Como muchos escritores han señalado, La Adelita es vista exclusivamente desde la perspectiva de los hombres, solo como objeto para su posesión, admirada tanto por su belleza como por su valentía. Y si ella se fuera con otro hombre, como afirma la letra, el pretendiente jura seguirla por mar o por tierra para recuperarla y hacerla suya.

            Hoy en día, ese voto se consideraría un acoso criminal. La idea de perseguir a una mujer hasta el fin del mundo, a pesar de su rechazo puede haber sonado romántica como una fantasía anticuada de los años cincuenta. Pero según las normas contemporáneas, es francamente espeluznante.

            En términos generales, la Revolución no hizo mucho por cambiar el estatus de las mujeres en la sociedad mexicana. Incluso las que habían luchado con distinción tuvieron que luchar para ser reconocidas como veteranas y recibir pensiones. La Adelita común y corriente encontró que servir como esposa, hija o hermana de un soldado varón no conllevaba ningún beneficio, una vez terminada la lucha. Muchas vivieron su vida en la pobreza o emigraron a los Estados Unidos para buscar una nueva oportunidad de supervivencia.

           “La contribución de las mujeres durante la Revolución Mexicana fue innegable, pero al final de la guerra, la mayoría tuvo que retomar sus roles tradicionales como esposas y madres”, escribe Maura Hohman en un artículo de 2018 en History.com.

           El legado de Las Adelitas está siendo reevaluado por historiadores y analistas políticos, impulsado en cierta medida por la celebración del centenario de 2010. Escritores consagrados han publicado libros, y jóvenes académicas han retomado el tema en sus tesis de doctorado.

           El nuevo análisis pretende restaurar la reputación de las soldaderas, así como su legítimo lugar en la historia. El primer paso comienza con una crítica a la imagen que prevalece de La Adelita en la cultura contemporánea: sexy, seductora, hermosa, seductora e impecablemente peinada con un cabello sedoso y suelto que parece sacado de un anuncio de champú Breck.

           “Es evidente que esta mujer no se parece a la soldadera real”, escribe Delia Fernández, profesora asistente de historia en la Ohio State University, en su estudio “From Soldadera to Adelita: The Depiction of Women in the Mexican Revolution” (“De soldadera a Adelita: La representación de las mujeres en la Revolución Mexicana”) (2009, Grand Valley State University). “Esta representación romántica de la soldadera resalta su sexualidad y omite su valentía... A pesar de los esfuerzos de las soldaderas por apoyar la Revolución y perseguir la igualdad, su memoria ha sido sustituida por la idealizada que los hombres han conjurado en su imaginación”.

          

Adelitas modernizadas en la cultura pop

 

             Hoy en día, el concepto comercializado de la Adelita se ha convertido en una marca en toda regla, infiltrándose en muchos aspectos de la cultura pop. Un sinfín de productos y lugares llevan su nombre e imagen. He aquí algunos ejemplos encontrados en Internet:

  • Adelita y las Guerillas, una serie semanal de cómics lanzada en 1939 como la primera en México en presentar a una superheroína.
  • Adelita’s Way, un grupo de punk de Las Vegas, llamado así por un bar de Tijuana, donde el líder del grupo conoció a una mujer que le sirvió de inspiración.
  • La Adelita Tequila de Los Altos de Jalisco, “un personaje renegado que representa algunos tequilas verdaderamente excepcionales”.
  • Adelita La Fashionista, una línea de ropa chic de estilo occidental de Texas, que es demasiado sofisticada para un campo de batalla.
  • Colegio Adelita, una escuela de español en Guanajuato, llamada así porque se fundó en 2010, el año del centenario de la revolución.
  • La Adelita Restaurant and Bakery, situado en el distrito Pico-Union de Los Ángeles, es uno de los muchos restaurantes que presentan la imagen estilizada de la soldadera en sus logotipos, menús y arte mural.
  • Adelita Smith, un personaje ficticio creado por una ilustradora de Milán (Italia), es una mezcla cultural internacional. Esta soldadera de caricatura, delgada y de ojos saltones, es la protagonista de una historia propuesta, ambientada en el Sur de California en vísperas de la Revolución Mexicana. Adelita, casada con un agente de la ley estadounidense retirado llamado Clint, es una precoz tiradora que lleva un rifle Kentucky, a la manera de Annie Oakley.

             La representación sexualizada de La Adelita se ha proyectado globalmente a través de las películas de Hollywood, hasta bien entrado el siglo XXI. En la película de 2006 “Bandidas”, las coprotagonistas Salma Hayek y Penélope Cruz se encasillan en el papel de hermosas mujeres con pistola, reflejando una vez más los inventos de la imaginación masculina.

             Estos personajes pechugones, escribe Marilyn La Jeunesse en un artículo de 2019 para Teen Vogue, “con sus corsés que ciñen la cintura, sus blusas de escote en V, sus sombreros de vaquero y sus revólveres, son el epítome estereotipado de lo que se supone que es una mujer latina, especialmente una mexicana: sexy y peligrosa.”

             Pero, sobre todo, alcanzable y manipulable.

            El legado de Adelita no fue mejor en las películas realizadas en México durante la llamada época dorada del cine.

           María Félix, la sensual superestrella mexicana, protagonizó La Cucaracha (1958) como “la Cucaracha dura, que empuña un rifle, que toma y maldice, pero también es promiscua” del título, como se describe en el ensayo “Revolutionary Mexican Women in History and Film” (“Mujeres mexicanas revolucionarias en la historia y el cine”), publicado como parte de un proyecto de historia en línea de la Arizona State University. La Cucaracha compite por el amor de un tal Coronel Zeta, pero pierde ante su rival, una viuda llorona interpretada por Dolores del Río. La lección: los hombres prefieren a las mujeres tradicionales y femeninas antes que a las agresivas luchadoras con cojones, por utilizar el término vernáculo para referirse a las valientes o atrevidas. En consecuencia, el despreciado personaje de Félix, embarazada del hijo de Zeta, abandona la batalla y se une a los seguidores del campamento para asumir un papel más domesticado.

            Félix, quien se convirtió en una estrella de Hollywood, apareció en más de media docena de películas entre 1946 y 1971 sobre la Revolución Mexicana. En Enamorada (1946), dirigida por Emilio “Indio” Fernández, interpreta a la hija de la nobleza terrateniente que es “domada... como una yegua salvaje” por un comandante revolucionario, como dice el sitio web de Arizona State. Desafía a su familia, deja a su prometido “tonto-gringo”, cambia su lealtad de clase social y se une a la Revolución, caminando a pie junto al caballo de su hombre.

           Hay una nota a pie de página menor pero notable sobre la influencia cinematográfica de Adelita. El creador de La Guerra de las Galaxias, George Lucas, se inspiró en las soldaderas cuando creó el peinado de doble moño para la princesa Leia, interpretada por Carrie Fisher. Tratando de crear un look diferente que estuviera en contra de la moda, el afamado director dijo a Time en 2002 que “se decantó por una especie de look revolucionario de mujer tipo Pancho Villa del Suroeste”. En 1977, Fisher explicó la estrategia de moda a la BBC, y dijo: “George no quería una damisela en apuros, no quería la princesa estereotipada. Quería una luchadora, quería alguien que fuera independiente”.

           Mientras tanto, en el terreno musical, el icónico corrido en honor a La Adelita se ha grabado cientos de veces en todo el mundo, a menudo como un instrumental, divorciado de cualquier significado revolucionario. Hay versiones del legendario cantante mexicano Jorge Negrete, del trío folclórico estadounidense The Kingston Trio, el conjunto chileno de la Nueva Canción Inti-Illimani, la big band latina de Xavier Cugat, el artista alt-latino argentino León Gieco, el trovador estadounidense Nat King Cole, el dúo norteño Los Alegres de Terán, el conjunto tex-mex Country Roland Band, el director de orquesta francés Franck Pourcel, la cantante chicana de folk/rock Trini López y el vocalista mariachi contemporáneo Pepe Aguilar.

           Las 82 grabaciones de la Colección Frontera abarcan desde bandas de música y grupos norteños hasta mariachis y orquestas instrumentales. Aparecen bajo cuatro fichas diferentes en la base de datos, aunque todas son la misma canción, con variaciones. Hay 49 canciones con el singular “La Adelita”, 21 con su nombre pero sin artículo, “Adelita”, ocho que utilizan el nombre en plural, “Las Adelitas”, y cuatro tituladas “La Nueva Adelita”.

           Dos de estas canciones son de especial interés.

           Las versiones de la cantante de San Antonio Lydia Mendoza fueron interpretadas el 10 de abril de 1982 en el Wheeler Auditorium de la UC Berkeley y grabadas en directo por Chris Strachwitz para Arhoolie Records. El CD del concierto,  “La Alondra de la Frontera – LIVE!”, está disponible de Smithsonian Folkways Recordings.

           Otra versión, realizada por el Trío González en el sello Victor, tiene una importancia histórica. Se considera la primera grabación de la canción, y contiene un pequeño pero revelador cambio en una palabra de la conocida letra. En la línea estándar, el sargento enamorado promete que, si Adelita se casa con él, le comprará un vestido de seda “para llevarla a bailar al cuartel”. En el disco original de 78 rpm, grabado el 22 de diciembre de 1919, el plan cambia; él “la llevaba a dormir al cuartel”.

           Como ocurre con muchas cosas que rodean a esta canción, se desconoce quién, por qué y cuándo se produjo este importante cambio.

 

Una inspiración duradera

 

             A pesar de las distorsiones de la historia pop revisionista, La Adelita perdura como un poderoso símbolo para las mujeres de hoy. Repasar su historia, separar la fantasía de la realidad, se ha convertido no solo en un esfuerzo académico, sino en un ejercicio de curación.

            Comienza con la ruptura de las restricciones intelectuales y culturales del pasado, como sugiere Alicia Arrizón, profesora de Estudios de Género y Sexualidad de la UC Riverside, en su ensayo “My Love Affairs with Soldaderas” (“Mis aventuras amorosas con soldaderas”), que fue escrito junto con la exposición Soldadera de 2015 en el Vincent Price Art Museum de East L.A.

           “El acto de volver a visitar a la revolucionaria Adelita/soldadera es un recordatorio de que estamos atrapados en la historia, y de que la historia está atrapada en nosotros”, escribe.

           En lugar de rechazar la imagen empañada de la Adelita, las mujeres activistas la han restaurado y reclamado como un símbolo heroico y feminista. Durante el Movimiento Chicano de principios de la década de 1970 en el Sur de California, un grupo de mujeres jóvenes, lideradas por la activista Gloria Arellanes de El Monte, se separó de los radicales Boinas Marrones, descontentas con su liderazgo masculino. Formaron su propio grupo de derechos civiles para mujeres y lo llamaron Las Adelitas de Aztlán.

          Su acto de independencia se hizo eco de las tácticas de las soldaderas que se lanzaron por su cuenta como líderes revolucionarias.

         “El carácter revolucionario de las soldaderas está encarnado en Dolores Huerta, Rigoberta Menchú y Gloria Anzaldúa”, concluye Arrizón. “Hoy en día, en México y en los Estados Unidos, el nombre de Adelita se ha convertido en una inspiración y un símbolo para cualquier mujer que luche por sus derechos y por el cambio social”.

 

– Agustín Gurza

 

Lee: “La Adelita, Parte 1: ¿Combatiente feminista o creación machista?”

0 Comments

Añade su comentario

Etiquetas

Connect

Mantente informado de nuestras ultimas noticias