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Strachwitz Frontera Collection

LP “Partners” de Flaco Jiménez: Un tesoro sonoro para la eternidad
repstein | Friday, April 30, 2021 | 2 comments

           El negocio de la música está repleto de galas de premios que sirven como eventos de marketing masivo, concebidos para magnificar la visibilidad de los artistas y, con suerte, aumentar las ventas de discos. Pero hay ciertas distinciones que tienen un impacto perdurable más allá del beneficio comercial inmediato. Estos son homenajes que, más que publicidad, otorgan prestigio a los artistas y sirven para realzar el legado de sus grabaciones.

          Tal es el caso del National Recording Registry (NRR, Registro Nacional de Grabaciones), una lista exclusiva elaborada por la Library of Congress para grabaciones consideradas de especial importancia histórica. Desde 2002, el registro ha ido añadiendo anualmente grabaciones consideradas “tesoros sonoros dignos de ser conservados para siempre por su importancia cultural, histórica o estética en el patrimonio sonoro grabado de la nación,” según el sitio web del programa.

         Entre las 25 obras que han entrado en la prestigiosa lista para el año 2020 se encuentra el álbum Partners (Compañeros) de Flaco Jiménez, la leyenda del conjunto de San Antonio cuyas grabaciones representan una piedra angular de la Colección Frontera. La grabación de 1992 de la estrella del acordeón tex-mex presenta varios estilos musicales y una serie de colaboraciones con aclamados artistas estadounidenses como Stephen Stills, Linda Ronstadt, John Hiatt, Ry Cooder, Emmylou Harris y Los Lobos.

        “La gente solía considerar mi música como música de cantina, sin ningún respeto”, dijo Jiménez, de 82 años, en una entrevista reciente. “El acordeón se consideraba algo así como una broma para fiestas (...) De verdad que le doy respeto a todos los que me ayudaron con este disco, y me siento halagado por este reconocimiento”.

        Producido por Bill Halverson y distribuido originalmente por Reprise Records, Partners incluye 11 temas de estilos tan variados como sus colaboradores. Las canciones abarcan desde el country contemporáneo hasta el norteño tradicional, con Flaco tocando el acordeón en todo momento y encargándose de la voz en tres números.

        Su acordeón, que es increíblemente flexible, se adapta fácilmente a géneros dispares. Flaco toca con la agresividad de una guitarra eléctrica, la alegría de una polca mexicana, el desgarro de una canción country, el bullicio de una canción de cantina, el encanto de un vals tejano y el desenfreno que convierte su acordeón en un órgano de blues.

        Las colaboraciones transgenéricas no son nuevas para Flaco. Su primera incursión más allá de los límites de la música de conjunto se produjo en 1972, por invitación del difunto Doug Sahm, un compatriota de San Antonio que había formado parte del grupo de rock Sir Douglas Quintet. Sahm había creado su propio grupo, Doug Sahm and the Band, y había firmado con la recién creada división de música country de Atlantic Records, dirigida por el famoso productor Jerry Wexler.

 

       Con una fecha de grabación fijada en octubre de ese año, Sahm extendió una cálida invitación tejana a Flaco para que formara parte del nuevo proyecto con otros invitados estelares.

       “Fue él quien me introdujo al rock & roll”, recordó Jiménez en una entrevista para la serie de PBS de 2001 American Roots Music. “Fue él quien dijo: ‘Oye, Flaco, vamos a Nueva York a grabar este proyecto con Bob Dylan y Dr. John’. Tenía esa sensación de que el conjunto podía encajar en diferentes tipos de música”.

       Y Sahm tenía razón. Cuatro años más tarde, Jiménez trabajaría con Ry Cooder, un icono de la música de raíces estadounidense cuya reputación ayudaría a impulsar al acordeonista a un escenario global. Cooder incluyó a Jiménez y su acordeón en tres canciones de su álbum de 1976 Chicken Skin Music (Música piel de gallina), entre ellas una versión lenta, como un himno, del clásico de R&B “Stand by Me” (“Quédate conmigo”).

       Jiménez realizó una gira internacional con Cooder, dando a la música de conjunto una amplia exposición de la que nunca antes había gozado. Jiménez visitó decenas de países (Inglaterra, Australia, Japón, Holanda, Suiza, Bélgica, España, entre otros) como invitado de otras bandas o como solista.

      “Si hay una invitación de cualquier parte del mundo, intentaré estar allí”, le dijo a PBS.

      Jiménez ha grabado también con grandes estrellas de diversos estilos, desde el rock británico hasta el son cubano; tantas colaboraciones, dijo, que “tardaría dos días” en enumerarlas. “Aprecio mucho su ayuda, para que la gente entienda que hay canales entre culturas”.

     Se puede escuchar a Jiménez en discos de artistas como:

Ibrahim Ferrer - Buenos Hermanos

            Lina Downs - La Cantina

            Los Fabulosos Cadillacs - Vasos Vacíos

            Bryan Ferry - Taxi

            Vinicio Capossela - Canzoni Della Cùpa

            Joaquín Sabina - Yo, Mí, Me, Contigo

            Buck Owens - 21 #1 Hits: The Ultimate (21 éxitos núm. 1: Lo definitivo)

Dwight Yoakam - Buenas Noches From A Lonely Room (Buenas noches desde un cuarto solitario)

            Rolling Stones - Voodoo Lounge (Salón de vudú)

            Carlos Santana - Havana Moon (Luna de la Habana)

 

          Jiménez también fue famoso por formar parte de un par de supergrupos tex-mex, Texas Tornados y Los Super Seven, junto con Freddy Freddy, Augie Meyers y, de Los Lobos, César Rosas y David Hidalgo.

          El historial de colaboraciones de Flaco da a su álbum, reconocido a nivel nacional, un título perfecto.

         “Partners es un buen ejemplo de su estatus de artista transversal”, dijo María Peña, portavoz de la Biblioteca del Congreso, en un comunicado. “Lo bueno de este álbum es que muestra sus colaboraciones, sin olvidar que tiene una carrera que abarca siete décadas. Es un gran reconocimiento a su obra”.

         Más allá de los elogios, las colaboraciones de Flaco con artistas no latinos lograron algo sociológicamente significativo. Esas colaboraciones, especialmente con músicos anglosajones, lograron evitar las acusaciones de “apropiación cultural” que perseguían a los trabajos transculturales de otros artistas, como el trabajo de Paul Simon con músicos sudafricanos en Graceland, su álbum más vendido de 1986. De hecho, se puede afirmar que las alianzas del Flaco han servido para todo lo contrario: han contribuido a tejer fuertes lazos entre los estilos dominantes y la música que antes se consideraba de gueto.

         Esa es la conclusión del músico y profesor Erin Bauer, catedrático de Musicología de la Universidad de Wisconsin–Whitewater. Para la segunda mitad del siglo XX, la música de conjunto se había convertido en “un género regional muy localizado y a menudo estilísticamente estancado”, sostenía Bauer en un ensayo de 2014 publicado en Rock Music Studies). La transformación del insular estilo tex-mex fue desencadenada por la asociación pionera entre Jiménez y Cooder en 1976, a pesar de haber atraído sugerencias “superficiales” de “apropiación cultural no equitativa”.

         “Este caso demuestra, en cambio, que la creciente mezcla contemporánea de culturas, incluso entre grupos socioeconómicamente desiguales, puede producir alternativamente una consecuencia intercultural valiosa y mutuamente ventajosa”, escribe Bauer en el ensayo titulado “The Participation of Flaco Jiménez on Ry Cooder’s Chicken Skin Music: Cross-Cultural Collaboration and the (Inter)national Discovery of Texas-Mexican Accordion Music” (“La participación de Flaco Jiménez en Chicken Skin Music de Ry Cooder: La colaboración intercultural y el descubrimiento (inter)nacional de la música de acordeón tejana-mexicana”).

         Este último honor de la Biblioteca del Congreso sitúa a Jiménez en un distinguido panteón de intérpretes cuyas obras abarcan más de un siglo de sonido grabado. Las 25 selecciones de este año fueron elegidas por Carla Hayden, bibliotecaria del Congreso, de entre 900 nominaciones presentadas por el público, en consulta con los conservadores de la institución y los miembros de la National Recording Preservation Board (Junta Nacional de Preservación de Grabaciones).

         En orden cronológico, las últimas incorporaciones comienzan con la grabación de Thomas Edison de 1878 realizada en St. Louis, Missouri, en un trozo de papel de aluminio, recientemente restaurada y considerada “muy posiblemente la grabación reproducible más antigua de una voz estadounidense”. La lista termina con un episodio de 2008 del popular programa de NPR “This American Life: The Giant Pool of Money” (“Esta vida americana: La gran reserva de dinero”), que también se reconoce como la “primera emisión disponible como podcast jamás nombrada en el Registro Nacional de Grabaciones”.

        Entre otras grabaciones de música pop incluidas este año:

            “Odetta Sings Ballads and Blues” (“Odetta canta baladas y blues”) por Odetta (1957)

            “Born Under a Bad Sign” (“Nacido bajo un mal signo”) por Albert King (1967)

            “The Harder They Come” (“Cuanto más difíciles vienen”) por Jimmy Cliff (1972)

            “Late for the Sky” (“Tarde para el cielo”) por Jackson Browne (1974)

            “Bright Size Life” (“Vida de tamaño brillante”) por Pat Metheny (1976)

            “Rhythm Nation 1814” (“Nación ritmo 1814”) por Janet Jackson (1989)

 

        Los sencillos también son reconocidos. Este año incluyen los temas musicales:

 

“When the Saints Go Marching In” (“Cuando los santos marchan”) por Louis Armstrong (1938)

            “Lady Marmalade” (“Doña Mermelada”) por Labelle (1974)

“The Rainbow Connection” (“La conexión del arco iris”) por Jim Henson como la Rana René (1979)

            “Celebration” (“Celebración”) por Kool & the Gang (1980)

“Somewhere Over the Rainbow/What a Wonderful World” (“En algún lugar del arco iris/Qué mundo más maravilloso”) por el cantante hawaiano Israel (“Bruddah Iz”) Kamakawiwo’ole’s (1993)

 

          Dos notables grabaciones habladas también llegaron al registro este año: La retransmisión radiofónica de Nochebuena de Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill (24 de diciembre de 1941), realizada poco después del ataque a Pearl Harbor, y la emisión jugada por jugada de Roger Maris batiendo el récord de Babe Ruth con su 61º jonrón (1 de octubre de 1961), un hito narrado por Phil (“Holy Cow!”) Rizzuto. 

          El álbum de Flaco Jiménez es la única obra de un artista latino seleccionado este año. Se suma a otras 13 grabaciones de latinos añadidas al registro desde su creación en 2002. Entre ellas se encuentra “Mal Hombre” (1934), la canción característica de Lydia Mendoza, otra artista clave en el archivo de música mexicanoamericana de la Colección Frontera. La obra de Mendoza se añadió en 2010, junto con un ensayo sobre la canción escrito por Yolanda Broyles-González, académica distinguida de la universidad y directora del Departamento de Estudios Étnicos Americanos de Kansas State University, y autora de la biografía, Lydia Mendoza's Life in Music/La Historia de Lydia Mendoza (Oxford: Oxford University Press, 2001).

          Jiménez y Mendoza ayudan a equilibrar la inclinación general del Registro Nacional de Grabaciones hacia las obras latinas de artistas caribeños de la Costa Este. De las 14 grabaciones catalogadas por género como “latinas” en el sitio web del registro, cinco son de artistas mexicanoamericanos. Entre ellas se encuentran cuatro obras de tejanos: las mencionadas Partners y “Mal Hombre”, además del clásico corrido fronterizo “Gregorio Cortez” de Los Trovadores Regionales (el dúo de Pedro Rocha y Lupe Martínez), y el álbum de pop latino Ven conmigo de Selena. Completando las grabaciones de mexicanos-estadounidenses está el seminal álbum de rock latino Abraxas, del californiano Carlos Santana.

          La mayoría de los demás artistas latinos incluidos en el registro en los 19 años transcurridos desde su lanzamiento son cubanos o puertorriqueños. El director de orquesta neoyorquino Tito Puente fue uno de los 50 miembros inaugurales en 2002, nombrado por su histórico LP Dance Mania de 1958. Aquel año de debut dio paso a una clase estelar con obras pioneras en muchos géneros. El Rey del Mambo comparte la distinción con artistas del calibre de George Gershwin, Billie Holiday, Woody Guthrie, Miles Davis, Bob Dylan y Elvis Presley.

         La única grabación de un artista sudamericano que aparece en la lista del género latino es el sencillo de Carmen Miranda de 1939 “O que é que a Bahiana tem”. Las otras siete grabaciones en la categoría latina del registro, enumeradas por año de inducción, son:

 

            “Live at Yankee Stadium” (“En vivo en Yankee Stadium”), Fania All-Stars (2003)

            “Manteca”, Dizzy Gillespie con Chano Pozo (2004)

            “El manisero (The Peanut Vendor)”, Rita Montaner y Don Azpiazú (2005)

            “Azúcar pa’ ti”, Eddie Palmieri (2009)

            “Descargas”, Israel “Cachao” Lopez (2012)

            “Celia & Johnny”, Celia Cruz y Johnny Pacheco (2013)

            “Lamento Borincano”, Canario y Su Grupo (2017)

 

          Sin embargo, algunas otras obras de artistas latinos están dispersas entre las otras categorías de género. Al examinar la lista total de 575 grabaciones, me encontré con otras cinco. Entre ellas se encuentran tres sencillos del género pop (posterior a 1955): “La Bamba”, del mexicoamericano Ritchie Valens (2018), “Rhythm is Gonna Get You” (“El ritmo te va a enganchar”), de los cubanoamericanos Gloria Estefan y Miami Sound Machine (2017), y “The Girl from Ipanema” (“La muchacha de Ipanema”), que desató la moda de la bossa nova brasileña, de Stan Getz, João Gilberto, Antonio Carlos Jobim y Astrud Gilberto (1963). Además, hay dos entradas en el género folk: el álbum debut autotitulado de Joan Baez (2014), cuyo padre era de Puebla, México, y el sencillo “La Chicharronera” (2019) del dúo norteño Narciso Martínez y Santiago Almeida, también nativos de Texas que son artistas clave de la Colección Frontera.

          En la base de datos, las grabaciones de Flaco Jiménez aparecen bajo 24 diferentes nombres, ya sea de forma individual o en colaboración con otros intérpretes o coautores. La gran mayoría, un total de 664 entradas, se encuentran bajo su denominación más común, Flaco Jiménez, escrita con una tilde en su apellido. Sus canciones también se identifican bajo los nombres de Leonardo “Flaco” Jimenez (4) y, como compositor, Jimenez, F. (10) y Jimenez, Leonardo (47). De las grabaciones con otros artistas, las más numerosas (163) son las realizadas con Toby Torres, un maestro del bajo sexto y oriundo de San Antonio, que también poseía un sello discográfico y un estudio de grabación.

         El archivo de Frontera también contiene 12 temas de un álbum de Flaco y su hermano, Santiago Jiménez Jr., titulado El Rey y el Príncipe de la música norteña en el sello Lira, con sede en San Antonio. Por último, hay seis grabaciones de Flaco con su venerado padre, Santiago Jiménez Sr., el patriarca del clan del acordeón, que aparecen en la base de datos en sencillos de 45 rpm como Don Santiago y Flaco Jiménez (2) y Santiago Jimenez y Flaco Jiménez (4).

         Uno de esos lados padre-hijo es de especial importancia. “Eres un encanto” es una coqueta cancioncilla escrita por el mayor de los Jiménez y grabada en 1979 con Joey Records, en la que el Flaco toca la guitarra de bajo sexto y acompaña a su padre en el acordeón. El patriarca de la familia musical falleció apenas cinco años después, a los 71 años. La canción adquirió un significado especial para Flaco, quien, en una entrevista concedida a principios de este año a Héctor Saldaña, del San Antonio News-Express, añadió que “era mi sueño” grabar la canción de su padre.

         Su sueño se hizo realidad en Partners. “Eres un encanto” es una de las tres canciones en español del álbum que cuentan con Jiménez como voz principal, incluyendo un dúo con Linda Ronstadt en “El Puente Roto”. En 1991, un año antes de que saliera a la venta Partners, Ronstadt invitó a Jiménez a unirse a ella en una canción de su segundo álbum de clásicos mariachis, Más canciones, continuación de su gran éxito de 1987, Canciones de mi padre. La aclamada vocalista de Tucson, Arizona, se esforzó por asegurarse de que Flaco y su acordeón norteño/tex-mex entraran en el álbum de música de mariachi, un género totalmente distinto.

         “Al ser ambos de las zonas fronterizas, (Flaco y yo) teníamos mucho en común”, dijo Ronstadt al San Antonio Current durante una entrevista el año pasado en relación con el lanzamiento de su documental Linda and the Mockingbirds (Linda y los sinsontes). “Me encanta ese tipo de música norteña. No la tenía en mi disco, pero lo empujé en esa dirección solo para tener la oportunidad de trabajar con Flaco.... Es un músico increíble y todo un personaje. Me gustó trabajar con él”.

         El espíritu de colaboración de Flaco no solo le ha traído buena voluntad, sino también un amplio abanico de reconocimientos. Ha ganado cinco premios Grammy y en 2015 recibió el Lifetime Achievement Award (Premio a la Trayectoria) de la Recording Academy (Academia de la Grabación), junto a The Bee Gees, George Harrison y Wayne Shorter, entre otros ese mismo año. También en 2015 fue galardonado con la National Medal of Arts (Medalla Nacional de las Artes), entregada por el presidente Obama en una ceremonia en la Casa Blanca a homenajeados como Mel Brooks (escritor/director), Morgan Freeman (actor), Philip Glass (músico) y Sandra Cisneros (novelista).

         Además, Jiménez ha recibido el Latin Music Lifetime Achievement Award (Premio a la Trayectoria en la Música Latina) de Billboard, un Tejano Music Award (Premio de la Música Tejana), una Texas Medal of Arts (Medalla de las Artes de Texas) y una National Heritage Fellowship (Beca del Patrimonio Nacional) del National Endowment for the Arts (Fondo Nacional de las Artes). El año pasado, Jiménez fue galardonado con el premio Chris Strachwitz Legacy de la Fundación Arhoolie, que está “dedicada a la preservación y celebración de la música de raíz americana”, según la descripción de Saldaña, el escritor musical de San Antonio que ahora es conservador de la Texas Music Collection (Colección de Música Tejana) en Texas State University.

        Cuando se le pidió en la entrevista de 2001 de la PBS que explicara qué significaba para él la música de raíz, Jiménez dio una respuesta que era más que una definición. Era un resumen sucinto de su visión musical.

        “La música de raíz americana”, dijo Jiménez, “es el intercambio y la mezcla de diferentes tipos de música, como una cosa de hermandad. Hace que el mundo sea más redondo cuando hay coordinación”.

 

                        – Agustín Gurza

 

 

2 Comments

Thank You

de Agustin Gurza, 07/19/2021 - 20:57

Thanks, Jonny. 

This is a valuable compliment coming from a trained musician and well-informed musicologist, such as yourself. Honored to be your colleague. 

Agustín

Great Article

de Jonathan Clark (not verified), 05/07/2021 - 01:43

Really enjoyed this article, Agustín, and I learned a lot. Keep up the great journalism!

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