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Strachwitz Frontera Collection

La Pintura de Conjunto
Agustin Gurza | Sunday, March 2, 2014 | 0 comments

Dos músicos norteños paseaban por la avenida central en el pueblo fronterizo de Nuevo Progreso cuando una mujer se paró para platicar con ellos. Ella era una artista del otro lado de la frontera, en McAllen, Tejas, y quería permiso para pintar su retrato. Su nombre era Reefka, y tenía buen ojo para el carácter de los sujetos que observaba a lo largo de la frontera porosa por el Valle del Río Grande. Les sacaba fotos y les preguntaba sobre sus vidas para mejor capturar su esencia en su arte. Su esposo y socio creativo, Steven Schneider, entonces escribía poemas o breves párrafos de prosa sobre la gente que habían conocido, inspirado por los retratos. 

De las docenas de cuadros en su colección, ésta me resaltó. Parece viva y vibrante, como la música en sí. Los tonos en acuarelas y pasteles son cálidos, como las expresiones de los hombres. Y su identidad bicultural fuerte se simboliza en su ropa: sombreros tejanos blancos sobre las cabezas e instrumentos emblemáticos atados a sus hombros, el acordeón y bajo sexto, una guitara de 12 cuerdas tocada principalmente por los grupos norteños. 
 
“Empiezo con los colores que expresan los sentimientos de la gente, con colores cálidos y brillantes,” dijo Reefka Schneider en una entrevista telefónica. 
 
Reefka también trataba de capturar lo que llama “esta interacción” entre sus dos sujetos, que de alguna manera se sienten unidos, aunque no se están viendo. Está titulado simplemente “Conjunto,” que evoca los dos sentidos de la palabra.
 
Los dos músicos anónimos fueron parte de una banda que tocaba en restaurantes y cantinas alrededor del pueblito en el estado de Tamaulipas, entre Brownsville y Reynosa. Durante el día, el dúo vagaba por las calles, tocando por propina. 
 
En su pieza que acompaña la pintura, Steven Schneider captura la escena de pueblo mexicano en un párrafo que es una rebanada de vida que él llama “Playing from the Heart” (Tocando del Corazón): 
 
“Esta noche se unirán con los otros miembros de su conjunto para tocar en una boda. Invitados vendrán desde tan lejos como Tampico y Reynosa. Será una noche fresca y estrellada, y la pista de baile se llenará de parejas que bailan…. Los años que han tocado juntos, el trabajo que han hecho, las familias que han criado, la música que tocan del corazón: aquí, donde el aroma de fajitas a la parrilla flota por el aire, donde el tequila es suave, donde las parejas jóvenes y viejas se abrazan estrechamente, bailando debajo de los luceros y los globos coloridos en la sala. Sus camisas blancas y sombreros blancos, las caras sonrientes, tan amables, sugieren que la música no tiene enemigos: su música orgullosa y brillante con sus raíces largas y profundas.”
 
Hay centenares de músicos anónimos que vagabundean entre los pueblos fronterizos, tratando de ganarse la vida, tocando la música que aman. Pasarían mayormente desapercibidos por el resto del mundo si no fuera por los visitantes que ven algo emotivo en sus caras, y algo alegre y sincero en su música. 
 
El trabajo de Reefka y Steven Schneider me recordaba de alguna manera de las tempranas exploraciones culturales de Chris Strachwitz, el productor de música de raíces que pasó medio siglo en acumular la Colección Frontera física. Originalmente interesado en blues, country, Cajun y otros estilos norteamericanos, Strachwitz fue atraído a los sonidos de la música tejano-mexicana y conjunto aunque no entendía la lengua. El también visitaba a pueblos fronterizos en busca de los mejores bandas y cantantes, muchas veces con una guía que le mostraba el camino. Justo como los Shneiders, caminaba por las calles con sus oídos sintonizados como antenas musicales. De hecho, eso es precisamente como se encontró con el primer conjunto mexicano que grabó para su sello discográfico, Arhoolie Records. Se llamaban Los Pingüinos de Norte, y los encontró en el pequeño pueblo de Piedras Negras, justo al otro lado de la frontera de Eagle Pass, Texas. La historia – o aventura – tras la realización del disco de 1970 es toda una entrada de blog aparte y es para otro día. Por ahora, basta con decir que Chris también esperaba capturar y compartir los sentimientos que aquellos músicos transmitían en su música.
 
Los Schneiders piensan publicar una nueva colección de sus pinturas/poemas titulado “The Magic of Mariachi” (“La Magia de Mariachi”), en la cual se destacan 24 pinturas pasteles de bailadores y músicos. Incluye dos retratos de miembros del famoso Mariachi Vargas, en poses capturados hace unos años durante un festival anual de educación de artes patrocinado por la University of Texas-Pan American en Edinburg, Texas, donde Steven Schneider es profesor de inglés y director de Programas Nuevos y Proyectos Especiales para el Colegio de Artes y Humanidades. El retrato “Conjunto” será unas de las pocas piezas en el libro que no están directamente relacionados con la música mariachi. Anteriormente, la pareja publicó un volumen premiado titulado Borderlines; Drawing Border Lives, donde se destacan 23 dibujos de gente regular que vive y trabaja a lo largo de la frontera entre México y los EEUU. 
 
A través de su arte, los Schneiders esperan “promover la creatividad y el entendimiento transcultural”—una misión sin duda compartida por los creadores y el curador de la Colección Frontera.

-AgustÍn Gurza

Titulo: “Conjunto”
Artista: Reefka
Medio: Acuarela y pastel
Dimensiones: 34” x 26”

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