del UCLA Chicano Studies Research Center,
el Arhoolie Foundation,
y del UCLA Digital Library
En todos los géneros de la música, siempre se encuentran personas talentosas “entre bastidores” que son mucho más influyentes que famosas. En el jazz y R&B, piense en Quincy Jones. En el caso de los Beatles, piense en George Martin.
Y cuando se trata de la música mexicana, piense en Rubén Fuentes, el compositor, arreglista y productor quien, a lo largo de medio siglo, dejó su huella inconfundible en el estilo de música de pop más emblemático de México, el mariachi. Aunque ha trabajado con unos de los más grandes nombres en la industria y escrito unas de las canciones más conocidas del género, puede que aun los aficionados más ardientes del mariachi no reconozcan el nombre de Fuentes.
Puede ser que el propio Fuentes tenga la culpa de su perfil bajo. Tiende a evitar ser el centro de atención y rehúye las entrevistas notoriamente, según el músico de mariachi e historiador Jonathan Clark, quien contribuye a este sitio. El maestro puede ser brusco, rozando lo antisocial. Cuando el famoso director de mariachi Nati Cano, de Los Camperos de Los Ángeles, organizó un concierto en homenaje a Fuentes en UCLA hace unos años, recuerda Clark, el invitado de honor no asistió.
Aunque no tenga el nombre conocido que tienen los artistas con quienes ha trabajado —figuras legendarias como José Alfredo Jiménez y Miguel Aceves Mejía, por ejemplo— Fuentes tiene una gran reputación en la industria de grabación. Es un músico de los músicos.
“Es un genio, sin duda,” me dijo Clark recientemente. “En mi opinión, es la figura musical más importante en la toda la historia de la música mariachi.”
El mes pasado, Fuentes celebró sus 90 años en su casa en la Ciudad de México, rodeado de amigos, otros que lo aprecian y, claro, una casa llena de músicos, incluso Clark. Los que tocaban en la fiesta no eran nada menos que los mismísimos Mariachi de Tecalitlán, el fabulado conjunto con el cual Fuentes ha trabajado continuamente por los últimos 72 años. Se juntó al grupo como violinista en 1944 y ahora es el director general del grupo.
Y todavía escribe los arreglos de la banda, como la pieza compleja e insólita, un poema musicalizado, que estrenó en su fiesta. La interpretación de esa canción fue la guinda del pastel en su celebración de cumpleaños.
“El hito de la noche fue el estreno mundial de la última composición del Maestro Fuentes, una canción ranchera heterodoxa titulado ‘El Amor Tiene Tres Tiempos,’ con letras por Irna Cue,” escribe Clark en un blog para el sitio MariachiMusic.com. “La coautora, quien fue invitada esa noche, quedó eufórica al escuchar su poema de verso libre musicalizado e interpretado tan magistralmente.”
Ahora en su sexta encarnación, Mariachi Vargas empezó a trabajar en un nuevo disco de estudio este mes (marzo). El disco incluirá la nueva canción, cuyo arreglo fue un reto porque las letras son escritas en verso libre.
“Recientemente tuve la oportunidad de observar al maestro mientras preparaba la partitura para ‘El Amor Tiene Tres Tiempos’ con el copista,” recuerda Clark. “Se le ha olvidado un poco cómo tocar el piano, y su escritura de música no es tan estable como antes, pero me alegra decir que el genio que le ganó la reputación de ser el compositor-arreglista más importante en la historia de la música mariachi queda todavía muy intacto. Y su atención al detalle es inigualable.”
Es algo sorprendente que una búsqueda por la obra del músico en la Colección Frontera no produzca tantas grabaciones como uno esperaría, dado el volumen de su obra a lo largo de tantas décadas y con tantas grandes estrellas. Eso podría ser un resultado de cómo las canciones son atribuidas. Las 219 composiciones suyas en el archivo son atribuidas a Fuentes junto con uno de muchos coautores. De aquellas composiciones, 44 son por el dúo compositor Vargas-Fuentes, que se refiere a su colaboración duradera con el fundador de mariachi Silvestre Vargas. (Los resultados completos aparecen con entrar en la búsqueda apellido, primera inicial: Vargas, S. o Fuentes, R.)
Como de costumbre, los créditos para el productor y arreglista no aparecen fiablemente en los sellos discográficos, especialmente en los discos 78-rpm y 45-rpm. Fuentes sí recibe crédito como productor en el LP de mariachi que es tal vez mejor conocido por los aficionados de música de Norteamérica, “Canciones de mi Padre” por Linda Ronstadt, ganadora del Grammy.
En la industria de la música, hay una controversia bien conocida que alega que Fuentes tomaba el crédito por el trabajo de otra gente. Ese asunto se explorará en una biografía completa del músico, que vendrá muy pronto.
Mientras tanto, dice Clark, no hay duda sobre la contribución de toda la vida del maestro a “rescatar, arreglar y popularizar” lo que es considerada la tradición musical popular más importante de México.
--Agustín Gurza
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